Aunque el programa de purificación es un paso vital para tratar los efectos de las drogas, no es una solución completa en sí misma. 

Para que la persona se libere por completo de las drogas y de sus consecuencias dañinas, se requiere que también aborde directamente los cuadros de imagen mental que se relacionan con tomar drogas. Aunque el programa de purificación elimina los residuos de las drogas, que mantienen los cuadros de imagen mental en reestimulación constante, esos cuadros aún existen. Las percepciones del entorno pueden reestimularlos y afectar adversamente a la persona, por debajo de su nivel de conciencia y fuera de su control; este factor es a la vez insidioso y dañino en extremo. 

Se llama Recorrido de Drogas al procesamiento que aborda directamente estos cuadros. Lo imparten profesionales altamente entrenados en las iglesias y misiones de Scientology.

Por lo general, la persona registra con exactitud en su mente las percepciones del universo físico.

Pero las drogas pueden enredar esos registros y deformar en gran medida lo que percibe y, posteriormente, su recuerdo de lo que en realidad sucedió.

Un recorrido es una serie de pasos diseñados para resolver un aspecto específico de la vida o dificultades de la persona y que tiene un resultado final conocido. El resultado del Recorrido de Drogas es la liberación de los efectos dañinos de las drogas, el alcohol y las medicinas, y la liberación de la necesidad de tomarlos. 

Las percepciones y registros que una persona hace del universo físico cuando está bajo los efectos de las drogas, son inexactos, o algo peor, ya que son una combinación de los sucesos pasados, la imaginación y los sucesos reales que ocurrieron en ese momento. Una persona puede tener cuadros de experiencias pasadas mezclados con sus percepciones de tiempo presente. En esencia, los cuadros en su mente están revueltos hasta cierto grado. Por lo tanto, su memoria y su capacidad para pensar empeoran. 

La persona puede localizar el origen de cualquier efecto mental dañino debido a las drogas, el alcohol y las medicinas, con el procesamiento del Recorrido de Drogas.

Puede llegar a liberarse de los efectos dañinos que estas causan en la mente y, también, liberarse de la necesidad de volver a tomarlas nunca más.

El Recorrido de Drogas maneja varios aspectos importantes del consumo de drogas en el pasado. En primer lugar, con procedimientos precisos, se abordan directamente las experiencias que tuvo la persona mientras tomaba drogas, lo que libera su atención, que estaba atorada en esas experiencias, de manera que ya no le afecten. 

Entre más esté la atención de la persona libre de los incidentes pasados, más capaz será de manejar su vida. Se siente más inteligente, su percepción ha mejorado, es más capaz de controlarse a sí mismo y a las cosas en sus alrededores y se vuelve más capaz de interactuar racionalmente con otros.

Otro factor al que se enfoca el recorrido de drogas es que el que una persona que ha tomado drogas también tiene un gran cantidad de sensaciones mentales, emocionales y físicas no placenteras conectadas con eso. Al descubrir y examinar la fuente de estos, ésta energía dañina conectada con ellos en la mente, es liberada. 

Finalmente, el procesamiento se dirige al núcleo de esto y localiza la razón básica por la que una persona consume drogas. La persona que recurrió a las drogas lo hizo por una razón: algún sufrimiento físico o emocional. El problema de drogas es, de esta forma, esencialmente espiritual. El ser estaba sufriendo de alguna forma y las drogas se convirtieron en una forma de aliviar esto. 

La persona buscó en las drogas, alcohol o medicina una cura para las sensaciones o condiciones indeseadas, las cuales podrían cubrir casi una gama infinita, e incluir casi cualquier cosa, desde dolores físicos hasta ansiedad o falta de confianza. Uno, por lo tanto, tiene que averiguar qué estaba mal antes que las drogas se convirtieran en su solución o “cura”.

Si la razón original no es manejada, la necesidad o compulsión para tomar drogas o medicinas o alcohol permanece. El procesamiento no sólo soluciona efectivamente los efectos de las drogas, sino que permite el que la persona descubra y erradique las causas que lo llevaron a tomarlas en primera instancia, por lo tanto, eliminando por completo cualquier deseo de usar o depender de ellas en el futuro. 

En consecuencia, el Recorrido de Drogas aborda y resuelve las sensaciones indeseadas que la persona tenía antes y durante el consumo de las drogas, el alcohol o las medicinas. Se elimina la compulsión por seguir tomando drogas o alcohol, de manera que la persona no tiene necesidad de volver a recurrir a ellas nunca más. 

Al terminar este procesamiento, la persona se libera al fin de cualquier efecto de las drogas. 

Todos estos pasos son necesarios, para resolver por completo, el daño mental y espiritual que ocasionó el uso de drogas en el pasado.